lunes, 26 de julio de 2010

Aborto legal

Los médicos forenses, en ocasiones, debemos dictaminar sobre si un nino ha nacido vivo o muerto. Ahorraré los detalles, pero la técnica nos permite saber si hubo o no inicio de la actividad cerebral propia del inicio de la vida.
En el seno materno la vida es refleja. Solo hay "vida posible de manera independiente" si se ha activado el cerebro.
Para ser breve, sin cerebro no hay persona. Si no hay persona no hay crimen posible.

Por otra parte, particularmente siempre me resultó llamativa la paradoja de considerar no punible el aborto en caso de una demente violada en oposición al que podría realizarse en un caso de una mujer libre de patología y victimización.
Si el espíritu del Código Penal es protejer a la persona por nacer, ¿Por qué el aborto sería una conducta criminal en el último y no en el primero?

La contradicción revela, a mi juicio, la falta de fundamentos racionales que tiene la legislación en materia de aborto

3 comentarios:

  1. Buen punto Daniel. Opino que la mujer debe tener pleno derecho a elegir mientras el feto no desarrolle un cerebro elemental.

    ¿Cuántas semanas se requieren para que se presente el cerebro básico, probablemente incapaz de generar conciencia, pero suficiente para calificar al feto como vida independiente?

    Saludos.

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  2. Hola Jack
    El punto es que, hasta la incorparación del primer hálito vital, el cerebro no tiene ninguna capacidad para la vida autonómica, sin perjuicio del tiempo de desarrollo.
    Por otra parte, un cerebro inmaduro, puede madurar extraútero, de hecho ocurre a lo largo toda de la vida.
    Mira esto. Es posible que haya vida intrauterina, aún en un feto que no haya desarrollado uno. El caso es que indefectiblemente muere inmediatamente después del parto o la extracción quirúrgica (cesárea).
    Es decir que, ya sea porque el cerebro está inactivo, o porque simplemente no hay cerebro, no se puede hablar de "persona" sino nada más, a mi humilde criterio, de "organismo vivo".

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  3. Creo que es, o debería ser, un problema mas moral que legal. La legalidad debería permitir a cada madre (padres) decidir sobre sus hijos, pero a la vez educarlos, sensibilizarlos (que no adoctrinarlos) y procurarles los medios técnicos mas adecuados en cada decisión, ya sea interrumpir el embarazo o tener al crío.

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